Al concluir la campaña electoral, con miras a escoger a los diversos candidatos para prefectos, alcaldes, concejales, etc., es saludable, justa y necesaria una etapa de descanso, a fin de destinarla a la meditación, especialmente aquellos que están todavía indecisos.
Esta nos servirá para seleccionar bien a las futuras autoridades seccionales, ora para que sean reelegidas, ora para pronunciarse por quienes no han tenido todavía la oportunidad de demostrar sus ejecutorias en el servicio público.
No coincido con aquellos que han sostenido que -en esta campaña electoral- hubo apatía de la gente; al contrario, las y los electores hemos permanecido atentos del desarrollo de entrevistas, recorridos, de la propaganda electoral, de las propuestas lógicas y sensatas, unas; disparatadas y absurdas, otras; en fin. Ha habido participación ciudadana. Muy bien por la democracia, por el Ecuador y sus provincias, cantones, parroquias, etc.