Con un mundo que está dejando el uso de combustibles fósiles y que las energías alternativas, entre ellas la eléctrica, son el futuro ya en curso, resulta inaudito que el País insista en invertir recursos en una refinería de petróleo cuando la capacidad de generación eléctrica que hoy tiene el Ecuador, merced a la construcción de varias hidroeléctricas, bien podría complementar y abastecer el complejo de desarrollo y producción de baterías eléctricas y otros avanzados productos que hoy mueven trenes, vehÍculos, y todo tipo de artículos de locomoción en el mundo y son producidos en países del 1° mundo a un costo elevadísimo.
Este gran complejo industrial eléctrico es el que se debería construir en los terrenos de El Aromo y no lo que pretenden, es penoso tener ministros tan jóvenes como Pablo Campana que no haya mocionado una sugerencia así al presidente Moreno, duele ver como los grandes intereses prevalecen sobre la sensatez de poder regalarle al país un gran proyecto que hubiese podido cambiar la manera de generar riqueza y tecnología desde un país subdesarrollado hacia el resto del mundo