Como respuesta urgente al incidente de Angostura, el Gobierno procedió a la compra de radares de fabricación China para vigilar el espacio aéreo de la frontera norte.
Conocemos por declaraciones de varios funcionarios que hasta la fecha los radares no operan cumpliendo su misión.
Por el tiempo transcurrido se puede afirmar que hay que proceder a su devolución, ejecución de garantías y multas.
Esperamos los ecuatorianos que se proceda con lo anterior y que de inmediato se compren en países de alta tecnología, que siempre fueron nuestros aliados, nuevos radares que sí funcionen.
De no cumplirse lo anterior, los organismos de control (si es que existen), deberán de inmediato fijar responsabilidades civiles y penales a los funcionarios responsables de esta mala compra.