El domingo 25 de noviembre fui a la Carolina como es mi costumbre a temprana hora y estaba cerrada la av. Amazonas por alguna carrera, me imagino en honor a Quito.
Pero mi sorpresa y disgusto fue tal, al encontrar que los autos salían del parqueadero de la Cruz del Papa y se enfilaban al parqueadero del Jardín Botánico, sin importarles que hubieran deportistas, gente de la tercera edad, mascotas, niños o ingenuos que pensamos que al interior del Parque hay relativa seguridad.
Esto a vista y paciencia de las autoridades que tienen en el parqueadero de la Cruz del Papa una UPC. Decidido fui a quejarme con un gendarme de moto que estaba en la av. Amazonas y Azuay vigilando la carrera; me vio, me oyó y siguió chateando seguramente con alguien más importante.
Así estamos en la capital: los atletas se toman las calles, los policías se nos ríen y los autos se toman La Carolina; ¿es este el Quito que queremos?