¿Qué nos está pasando? Parece que nos estamos contaminando intelectualmente, moralmente, espiritualmente. El hecho de que el tiempo cambie y las costumbres sean otras no es justificativo. La conciencia personal está encerrada, doblegada en el espacio cada vez más reducido del cerebro y, a pesar de que continúan llegando las ideas una tras otra, por cientos, por miles; solamente aceptamos las negativas, las egoístas, las que nos ofrecen una “pobre riqueza” al ego.
Seguimos mansamente a la masa. Su forma de vida es nuestra forma de vida, sus actitudes son las nuestras, estamos sujetos a lo peor que el ser humano está en capacidad de generar, a formar parte de una “sociedad” que solamente busca la “calidad de vida” material.
¿Así seguiremos por los siglos de los siglos? Espero que no porque detrás de nosotros, todavía no nacidas, llegarán las nuevas generaciones a ocupar un mundo aterrador.
¡Dios las salve!