Ha pasado la “década perdida”, pero es imposible olvidar cuando el Mashi en una sabatina anunciaba el proyecto de cuatro carriles para la carretera Alóag- Sto. Domingo con dos túneles tan modernos como solo podía hacer su revolución ciudadana. Con mucho sacrificio y dificultades económicas la Compañía Hidalgo-Hidalgo pudo concluir un túnel pequeño y los 46 kilómetros de cuatro carriles hasta Tandapi.
Hace un par de años el Mashi, el desatinado programador de proyectos sabatinos, le pasó la pelotita al Sr. Baroja para que concluya la ampliación hasta la ciudad colorada, desde entonces con un presupuesto que le fluyó probablemente a cuentagotas, la ampliación a cuatro carriles delegada al señor Prefecto solo ha podido cumplir a medias en pequeños trayectos desde Tandapi hasta antes de la unión del Toachi, infelizmente esta ampliación está inconclusa todavía con las respectivas molestias y peligros para la inmensa circulación vehicular liviana y pesada.
En el camino, arriba en la cordillera, quedaron dos obras aparentemente inútiles: un puente “escondido” o arrinconado en la curva del Km 43 que pareciera ser peligroso para la tráfico vehicular nocturno (por lo que debe revisarse su ubicación técnica) y una estación para cobro de peaje en el Km 56.
Explicaciones no faltarían por parte del Señor Prefecto, pero más allá de eso quisiera plantearle al señor Gustavo Baroja una sugerencia: Usted realice todas las gestiones para que en el peaje del Km 56 se recaude un dólar por cada vehículo liviano y pesado, con ello su Prefectura podrá contar con la aquiescencia de los señores transportistas mencionados y quizás dispondrá de los dineros necesarios que los gobernantes de turno le han negado.
No deje estas “pequeñas” obras a la deriva, tiene el apoyo del pueblo pichinchano y por supuesto del nacional también.