Cómo olvidar que ciertas autoridades, solo para servir a los poderosos de siempre, dictaron orden de detención en mi contra, acusándome de peculado para así dejar sin efecto el Acta de Mediación que habíamos suscrito con Filanbanco, para ejecutar la Sentencia del Juicio de Cuentas y cobrarle los valores que adeudaba desde el 18 de agosto de 1994 cuando compró activos y pasivos al Banco de los Andes. El argumento usado fue que Filanbanco era Estatal y que debió pedir permiso al Procurador General del Estado para suscribir el Acta de Mediación. Argumento ilegal que violaba Ley expresa como lo es el 2do. inciso del Art. 1957 del Código Civil que dice: “La Sociedad es una persona jurídica “distinta” de los socios individualmente considerados”. Basados en esta norma todos los procuradores generales anteriores se pronunciaron en forma vinculante, lo cual es ley, diciendo que “… no obstante de que su capital es de propiedad exclusiva del Estado, a través del Ministerio de Finanzas, Filanbanco es una institución de derecho privado para todos los efectos”. La orden de detención originó un retiro masivo del 45% de los depósitos colocando al Banco de los Andes en condición de liquidación. ¡Qué infamia, no!