Pese a los publicitados y reiterados anuncios de que el IESS avanza, pregonados por autoridades de esta institución, la realidad demuestra lo contrario. Prueba de ello es la falta total de reactivos médicos indispensables para la realización de un examen de compatibilidad con el donante vivo, previo a la realización de un trasplante de riñón. Han pasado tres meses y medio, en mi caso, desde que se entregaron las muestras en el laboratorio del Hospital Andrade Marín y no hay los resultados esperados pese a los permanentes requerimientos a la unidad administrativa encargada de la adquisición de estos insumos. La capacidad y buena voluntad de los médicos y enfermeras de este centro de salud se ven frenados por los trámites administrativos que detienen los tratamientos con el peligro a la vida que conlleva. Más de ochenta pacientes, candidatos a trasplante de riñón, hemos esperado, ahora ya con poca paciencia, que el IESS adquiera los insumos necesarios para llevar a cabo las operaciones previstas. Variadas explicaciones nos han proporcionado, desde la demora en el llamado a concurso para la adquisición de insumos y medicinas, hasta problemas en la desaduanización en el nuevo aeropuerto. Lo importante es que no hay fechas, resultados ni respuestas esperanzadoras. Si el IESS utilizara una pequeña parte de los fondos que dispone para publicidad, entre otros rubros, bien podría disponer que los exámenes se realicen en alguna entidad privada, tal como se lo hace con otras áreas médicas el mismo hospital. La anunciada mejora tan publicitada y pregonada se ve desmentida por la realidad que vivimos miles de pacientes activos y jubilados. Ojalá la colaboración de los medios de comunicación ayude a que se solucionen estos graves problemas.