Primer médico ecuatoriano

Los médicos ecuatorianos con su decidida devoción cívica y profesional, festejan su día clásico el 21 de febrero, en honor al natalicio del Decano de la Medicina Nacional: Francisco Xavier Eugenio De Santa Cruz y Espejo, ocurrida en el año 1747.

Eugenio Espejo desde muy temprana edad, soportando adversidades con gran espíritu de bondad, acompañaba a su padre curandero, en tareas del Hospital de la Misericordia San Juan de Dios. Fascinado el padre por la inquietud, fortaleciendo la energía sutil de su hijo; apasionado con pacientes, dominando ciertas curaciones que no dependían de la ciencia médica; su afán leer libros relacionados: literatura, medicina, filosofía e historia, de los más afamados escritores de la época; le matricula en la Facultad de Medicina, Universidad Santo Tomás de Aquino, en la Real. A. de Quito.

El ardor de su juventud, la memoria pronta y perspicaz, los sentidos de mayor vigor estaban definidos. Finalmente, después de perseverantes estudios cumpliendo los requisitos reglamentarios se graduó de Doctor en Medicina el 10 de agosto de 1767,-veinte años después de su nacimiento-.En una ceremonia especial, entregaron las insignias doctorales poniéndole el anillo, expresaron: “Este es el símbolo de tu matrimonio con la sabiduría, la que desde hoy en adelante será tu esposa carísima”, se otorga también como Licenciado de Derecho Civil y Derecho Canónico.

Eugenio Espejo, solicita la aprobación del título para ejercer su profesión, presenta todos los documentos y certificados de los betlemitas españoles: Fray Teodoro San Francisco y Fray Santiago de las Ánimas el 14 de agosto de 1772, que acreditaban sus reales conocimientos.

Para constancia de lo actuado, se determinó que el examinado concurra diariamente por el lapso de un año al Hospital, para adquirir experiencia y doctrina; cumplidos sus trabajos y obligaciones recibió entonces el título de: “Médico Aprobado.”

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