Los primeros lunes de octubre de todos los años, conforme a la Resolución de Naciones Unidas, se celebra el Día Mundial del Hábitat. El 1 de octubre de 1990, El Comercio me permitió publicar un artículo que hacía referencia a este día y resolución importante, en ese entonces el suscrito trabajaba en el Proyecto Hábitat de la Junta Nacional de la Vivienda y asumía la importante función de Secretario de la Comisión Hábitat Ecuador.
El día Mundial del Hábitat ha sido recordado muy poco y han habido esporádicas manifestaciones, sin embargo de que “el uso social del medio ambiente” o hábitat es un compromiso político para el bienestar de la colectividad en medio de los síntomas de crisis de décadas atrás donde la comunidad no ejercía ni podía participar en las políticas para el bienestar comunal.
El país tiene una responsabilidad grande al ser anfitrión de Hábitat III que se lleva a cabo en Quito entre el 17 y 20 de octubre (Hábitat II se desarrolló en Estambul del 3 al 14 de junio de 1996) en la que expertos y demandantes de un Hábitat mejor, expusieron sus políticas y necesidades así como innovaciones tecnológicas para la procura de desarrollo urbano y crecimiento ordenado.
Quito es el escenario para someterse al juicio del mundo, es un asentamiento humano donde su geografía y su gente ofrecen oportunidades para estimular la formación de agentes y administradores para el desarrollo urbano, estimular a políticos para ejercicio legislativo municipal, de técnicos e investigadores sociales con capacidades para crear escuelas de ciudadanía para ejercer derechos y deberes que demanda la convivencia en una ciudad con propia historia. Este evento, debe ser el inicio de la conciencia política para afrontar los problemas de la comunidad involucrándola en las decisiones y ejecutorias para evitar la polarización entre desarrollo y marginalidad.
Todo trabajo en el “Gobierno Urbano” o llamado “Gobierno asimilado” o los GADs, debe ser resultado de la demanda social y de las políticas públicas que como el tratamiento de los grandes problemas y fenómenos de las aglomeraciones.
Las respuestas institucionales a las Resoluciones de Hábitat III ,deben ser inmediatas y no archivarlas para desempolvarlas en la próxima Cumbre en 2036 o en el primer lunes de octubre del próximo año.