Yo también voy a hacerlo. Venderé mi propiedad para comprarme un departamento en Bélgica. Así protegeré el fruto de una vida de trabajo, esfuerzos y sacrificios que esperaba dejar a mis herederos, como es el legítimo, justo y humano derecho.
Cumpliré con la Ley, sí señor, y pagaré el impuesto a la salida de capitales. Mejor el 5% hoy que el 47% mañana. Mis hijos estarán a salvo de este Gobierno glotón y confiscatorio y yo podré morir en paz.