Apareció otro insultador. Y es que en Alianza País, a pesar de que según sus proclamas todo / es corazones ardientes, mentes lucidas, calidez y mucho cariño, lo que no puede faltar como ingrediente fundamental del plan de gobierno es el insulto, la descalificación, la mofa y el irrespeto a quienes consideran opositores a las políticas gubernamentales.
El señor asesor jurídico de la Presidencia ha invadido una “competencia exclusiva” que era del Primer Mandatario, cual es la de ofender; por lo que el gobernante debería reclamar a su consultor jurídico la inconveniente intromisión. Pero claro, el mal ejemplo es contagioso, y el señor asesor con falta de autenticidad, haciendo gala de intolerancia e irrespeto ha tildado al señor Arzobispo de la ciudad de Guayaquil con la manoseada expresión de “insolente recadero de la derecha”.