'Pobrezas de Campaña'

Las campañas electorales ya no son como eran. La propaganda que se hacía desde década de los 80 hasta el año 2006 tenía un poco más de debate político y menos de concurso de popularidad, como sucede ahora. No quiero decir que extrañe los insultos que antes se proferían entre candidatos, pero sí que hoy hace falta más cuestionamiento de las propuestas de campaña entre ellos y con la prensa. Las ambiguas reformas al Código de la Democracia convirtieron el debate electoral en una burda carrera de marketing materializada en 'spots' donde la producción pesa más que la propuesta, la crítica al oponente se limita a cuestionar su hombría y la integridad de su bicicleta, y los ofrecimientos no se respaldan con argumentos técnicos sino teológicos. Si bien la pobreza de la campaña electoral dice mucho de quienes hoy aspiran a dirigir nuestros destinos, también evidencia la comodidad del electorado, pues nos hemos conformado con el show y la tarima (aunque se caiga), en lugar de exigir propuestas serias, debate transparente y respuestas claras a las preocupaciones que hoy tenemos como país.

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