Por información de la Cepal, si bien el margen de pobreza en América Latina, en general ha mejorado relativamente en el 2012 por el incremento exiguo del ingreso per cápita, el sector humano marginal de pobreza extrema o indigencia, 66 millones permanece inalterable. Este sector de poca fortuna que no dispone de lo mínimo esencial vive en condiciones infrahumanas. Al parecer, pasan desapercibidos en sus países; no obstante, que por su condición de nacimiento son hijos de sus Patrias y hermanos de los connaturales más afortunados. Por su condición deben ser partícipes también de sus recursos naturales. Por esta razón deben ser detectados y protegidos. La cobertura del problema corresponde al Estado con asignaciones presupuestadas específicas, tanto como a la social civil y comunitaria solidaria, que debe aportar con impuestos para remediar lo posible de la indigencia marginal.