El pobre poder totalitario

Penosa y risible la actitud de acudir a la Asamblea de los cancilleres de la OEA, en Bolivia, para demandar derechos humanos a favor del poder público y proponer reformas al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, para que no constituyan obstáculo alguno en contra de los pobres regímenes totalitarios, asediados por la libre y combativa libertad de expresión.

Cree que la solución es eliminar la autonomía de los órganos de DD.HH. interamericanos, para que se sometan a la voluntad de los regímenes, es decir de los violadores; cree que la Corte, Comisión y Relatorías de DD.HH. deben estar supervisados por los regímenes de turno, para que los derechos humanos dejen de ser una realidad combativa y sean un mero enunciado simbólico.

Cuando a nivel universal funciona el Consejo de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional, se quiere, a escala regional, eliminar los mecanismos de acción en vez de fortalecerlos, todo porque cuatro complotados quieren vía libre al totalitarismo .

El poder absoluto les hace perder la noción de las proporciones y creen manipular todo, dentro y fuera de sus fronteras, pero solo hacen el ridículo, porque la humanidad tiene plena noción de sus derechos y libertades fundamentales e intangibles.

Se me ocurre afirmar, parafraseando a Cabral: los idiotas hablan idioteces y ciertos presidentes hablan presidenteces.

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