¡Y comenzó la campaña electoral! aunque oficialmente el CNE aún no baja la bandera de largada. Digo comenzó, no solo porque ya estoy más hostigada que de costumbre con la propaganda, sino porque a donde miro hay un candidato. Me los encuentro hasta en la sopa. ¡Son miles!
Vale decir que el único que no me molesta es Don Burro, pues su campaña no me ofende. Don Burro no insulta, no miente, no me interrumpe mis programas de TV o radio preferidos y, lo mejor, no me pide plata.
De los demás candidatos no puedo decir lo mismo. O me dicen las verdades a medias, o me ofrecen verdaderos disparates, o me piden plata siendo el Internet el arma con la que ametrallan mi tranquilidad.
Y ni hablar de los ex aliados del Gobierno que ahora, no sé por que milagro divino de pronto parecen haberse dado cuenta de lo que siempre fue evidente. A esos candidatos, antes de que me sigan enviando propaganda y pidiéndome plata, que “dicho sea de paso” no tengo, les exijo me pidan perdón.