El 10 de abril del 2016, la República del Perú vivió una fiesta democrática para elegir al Primer Mandatario, dos vicepresidentes, 130 congresistas y 5 parlamentarios andinos para el período gubernamental 2016-2021. En una segunda vuelta, llevada a cabo el 5 de junio del mismo año, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), representante de peruanos por el Cambio, ganó los comicios ubicándose por encima de la candidata Keiko Fujimori, representante de Fuerza Popular.
Después de casi un año y medio en el poder, el congreso presentó un pedido de vacancia para PPK, acusado de ocultar pagos que habría recibido a través de firmas vinculadas por asesorías a Odebrecht entre 2004 y 2013.
Con 93 votos a favor y 17 en contra, se aprobó dicho pedido; lo que provocará que el jueves 21 se decida si PPK continúa en el poder o es destituido por “incapacidad moral”. De darse esta última opción, Kuczynski sería el cuarto presidente en la historia del Perú revocado por esta figura.
Las derivas políticas de los actuales casos de corrupción desbordan las fronteras de los Estados nacionales.
Con el actual panorama en la región y la mayoría del Legislativo peruano controlado por la oposición, se avizora un agitado desenlace para la política del Perú.