La reelección indefinida no conviene a nadie. Los ejemplos que da la historia están escritos y podrían empezar con el emperador Augusto de Roma en el último siglo a. de C., donde los guerreros victoriosos se creyeron amos de todo y eliminaron el Senado.
Los dueños del trono siempre hambrearon a sus pueblos, los intimidaron y los persiguieron hasta acallarlos por completo.
El hambre de las gentes contrastaba brutalmente con sus lujos, porque: “El cielo de las ostentaciones adornado de nubes irisadas, se halla siempre colocado de manera conveniente, muy lejos del infierno terrenal de la miseria”.
‘Perpetuo con Alas’ se le llamaba al Sha de Irán por su vicio de tripular aviones. Tenía una flota de Boeing con palanganas y manijas de los lavabos hechos de oro puro y sin ir más lejos, el señor Chávez viajaba por todo el mundo en su Airbus A-319-ACJ de USD 10 millones acondicionado a su gusto.
En estos días vemos con horror las consecuencias. El señor Ortega en cambio alquila un Boeing 737 a USD 4 000 la hora, cuando la mitad de nicaragüenses vive con menos de 1 dólar diario.
Pero él lo justificaba diciendo que Nicaragua no paga un centavo y que todo lo da Venezuela con fondos de la Alba.
Perpetuo significa: “Que dura y permanece para” (nieves perpetuas, cadena perpetua). Los pueblos humillados siempre encontraron la forma de recuperar la dignidad y terminar con las perpetuidades.