Este título es ideal para recordar a Martín Pallares Carrión por su valía humana, intelectual y profesional. Efectivamente, los editoriales de Martín publicados en el Diario EL COMERCIO se caracterizaron por una forma concreta: redacción correcta y conocimiento objetivo de los temas tratados, cualidades que óptimas para una lectura correcta -se comparta o no con el fondo (ideología) de lo tratado- ha llevado a estar al tanto de las realidades nacionales e internacionales.
Aunque la imagen de Martín ha sido conocida de mayor manera por sus reportajes de opinión, la labor de mayor trascendencia -mantenida por él, con bajo perfil- fue aquelladedicada a la difusión del patrimonio cultural ecuatoriano, especialmente el de Quito.
Esta faceta, ilustrada en la Sección Ideas del mencionado periódico, es la que mejor señala su saber y “quiteñidad”. Pues, con la carga histórica que requiere, la difusión del valor de este legado -a veces olvidado- fue su leit motiv.
Tanto así, que es él quien me motivó para colaborar con el Diario EL COMERCIO en dicha materia; prácticamente me convenció de que yo también tenía el deber de divulgar la importancia del patrimonio cultural.
Si bien, actualmente no es usual recordar a los ancestros, lo hago en homenaje a Rodrigo Pallares Zaldumbide (+) y Pepé Carrión de Pallares, y de Benjamín Carrión (+), padres y abuelo, respectivamente, de Martín.