Me he quedado sorprendido al ver las nuevas paradas del trolebús. No imagine que iban a ser tan amplias, más bien estaba un poco molesto por su construcción. Pero ahora que las he utilizado debo admitir que son mucho más cómodas que las anteriores.
Dan incluso una sensación de seguridad por tener vidrios claros. Creo que las nuevas paradas le dan un toque más simpático a Quito. Hacen que la ciudad se vea más ordenada y limpia, con colores llamativos y no tan apagadas como las anteriores. Ojalá que sepamos cuidarlas.