Alabado sea el Señor por tener esta visita histórica. Que toquen trompetas los Ángeles celestiales y se escuche en los mares, archipiélagos, selvas, ríos, playas y valles que al Ecuador llega un enviado de Dios llamado “Francisco I “sucesor del Apóstol Pedro. Salio del Vaticano a buscar a los que son y no son cristianos, para reforzar la fe en el amor al prójimo, la paz con justicia y el amor en los corazones, apártanos de los bienes mundanos. El Papa, nos recuerda que las selvas, las flores, las aves, y los animales son de Dios, el ser humano debe respetarlos amarlos no maltratarlos ni destruirlos. Ni una hoja se mueve sin el consentimiento del Creador. Mucha gente al Papa no podrán mirarle personalmente, enfermos de cáncer, quemados; médicos de turno, niños, ancianos, guardias, policías y militares, los presos de las cárceles, otros por trabajo y otras circunstancias de la vida; pero siempre pendientes estamos de ti querido Papa con nuestros rezos. Con tus palabras, consuela a nuestro pueblo, calma a los que acusan, que escuchen con paciencia, la vida es corta, ni los cuerpos nos llevamos en la muerte, solo quedan las buenas acciones. Bienvenido mensajero de la Paz y el Amor al Ecuador.