No es invento de la ‘prensa corrupta’, lo dijo claramente el ‘hacker’ Assange, protegido por el gobierno de este ‘insignificante país’. La pregunta es: ¿somos insignificantes? Yo creo que no, como ecuatoriano me he sentido ofendido con las expresiones de este terrorista informático, pero sin duda esa es la imagen del Ecuador a escala mundial. Cómo se explica que organismos internacionales como la OEA, ONU, FMI, BM. O gobiernos de grandes potencias ni siquiera hayan respondido a las descalificaciones e insultos que continuamente les lanza el Presidente ecuatoriano. A escala interna las consideramos como valentía, en el extranjero han de merecer no más que una sonrisa forzada, pues son expresiones del presidente de ese ‘insignificante país’. Con el asilo a Assange, lo único que ganó el Ecuador, son más enemigos. Si seguimos así, pasaremos de insignificantes a una isla olvidada. Hay un ejemplo muy claro en América.