El Municipio de Quito a través de la empresa publica Metropolitana de Movilidad y Obras Publicas adjudicó a una empresa privada la obra de soterramiento de cables en el sector de la República de El Salvador por USD 5 305 700,75 entre cuyos rubros cotizados consta rampa vehicular en estructura metálica para acceso a predios. La entrada al lugar donde vivo permaneció casi inaccesible por tres semanas y jamás vimos que se colocara dichas rampas, por el contrario se colocaban rampas de madera en mal estado o tablas sueltas.
Y ahora cuando al fin debían terminar la obra y podríamos entrar al garaje sin novedad fuimos informados por el contratista que su trabajo concluyó y que la entrada al parqueadero es cuestión de los que viven en cada edificio. De todo esto se puede concluir que el soterramiento nos cuesta por partida doble, lo que se paga al contratista mediante fondos públicos de todos nosotros y lo que hay que pagar por fuera para que el trabajo quede bien hecho.