Pacto ético

Los actos bochornosos atribuidos a jueces, directivos petroleros y hasta a directores de medios públicos, miembros o simpatizantes del oficialismo, distan mucho del tan mentado eslogan de “manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”, del que se jactan permanentemente. Las nuevas leyes sobre temas tan sensibles como el de la salud que se aprestan a aprobar los obsecuentes asambleístas en un mes de algarabía y festejo, y una consulta tardía e inútil que para implementarla solo había que proponerla a la Asamblea, son elementos absolutamente contrarios a lo que pomposamente se propone como pacto ético, pues este término define a lo justo, honesto, honrado y decente.

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