Paciencia es lo que solicitamos quienes ejercemos actividades productivas en Orellana, a los proveedores, banca pública y privada, SRI, IESS, Ministerio de Trabajo y cuanta institución que cobra impuestos. Fundamentamos este requerimiento en el pedido presidencial, quien señaló que la inmensa deuda que las estatales petroleras tienen con nuestra provincia será cancelada hasta el último centavo y nos pidió ¡paciencia!
En nuestra rica provincia, su gente esta más empobrecida. La industria petrolera nos ha dejado contaminación, corrupción, postergación y deudas. Se nos pone cuesta arriba conseguir el pregonado ¡buen vivir!; continúan los despidos masivos de colaboradores de empresas generadoras de bienes y servicios, quiebran y cierran negocios, edificaciones abandonadas, equipo, maquinaria y vehículos fluviales, aéreos y terrestres en desuso y se está produciendo una estampida humana. Nos estamos quedando solos y, lo que es peor, se agotan las esperanzas.
Oportunamente, solicitamos se nos declare zona deprimida, refinancien créditos, se paguen las deudas y no se cobré el anticipo del Impuesto a la Renta. Solo la banca pública está arrimando el hombro, los demás ¡bien gracias! Entonces, otra vez, cabe preguntar al señor Ministro de la Felicidad ¿qué hacemos, para ser felices en esta Navidad?