Vivo en Calderón y trabajo cerca de la Universidad Central. Como la mayoría de quiteños, yo también me movilizo en Transporte Público y estoy segura que el servicio ha cambiado y mejorado. Los buses son más grandes y pasan más seguido para brindar un servicio más rápido. Además, que dentro de las unidades ya no vamos tan apretados y ya tenemos una garantía de que, si nos faltan al respeto o nos acosan, podemos denunciar a través de una plataforma nueva que tiene el Municipio.
Justamente ayer utilicé esa plataforma enviando un mensaje de texto al 6367 con la palabra Acoso y el número de la Unidad, en el que pedía ayuda por un hombre que me molestó en el bus. En la siguiente estación nos encontraron agentes y personas del Patronato San José. Me preguntaron si me sentía bien y me explicaron cómo hacer la denuncia; mientras detenían al acosador.
Así que me sentí realmente protegida mientras entendía que yo había sido víctima de una situación que históricamente se vive en nuestra ciudad en el transporte. Por fin se hacen cosas para respaldar a las mujeres, por primera vez tenemos formas de denunciar y personas que nos escuchen. Es la primera vez que me sentí tan acompañada en los espacios públicos. Aunque repudié completamente la actitud de este hombre que me atacó, me dio tranquilidad saber que no estamos solas, que ya nos protegen y nos ayudan y que lo más importante es que denunciemos, alcemos nuestra voz y así que todos los agresores aprenderán a respetar y eliminaremos estos momentos incómodos, tristes y terribles para todas las mujeres.