Escuché al Secretario de Comunicación, quien justificaba las eventuales responsabilidades de Correa en el caso Balda, por la serie de atropellos cometidos por el expresidente durante la “década robada”.
Estas explicaciones “totalmente equivocadas”, podrían confundir a la ciudadanía porque ella pensaría, sobre todo después de escuchar a un funcionario de Gobierno, que el llamado de la justicia al ex presidente obedecería a un eventual “desquite de la sociedad” por los insultos, ultrajes y vejámenes a los medios de comunicación, grupos sociales, estudiantiles y personas que no pensaban como él; por sus responsabilidades en la corrupción de varios de sus colaboradores; obras mal hechas y no terminadas; falta de independencia de la justicia y algunas dependencias a las que se les quitó su autonomía.
Pero hay que aclarar que nada de eso está juzgándose en esta ocasión, porque será motivo de otras investigaciones en las cuales, es de esperar, que Correa no tenga nuevas responsabilidades, porque sería vergonzoso para los ecuatorianos que un ex gobernante esté implicado en casi todo. Ojalá estos comentarios lleguen a la Presidencia de la República y sus colaboradores cercanos.