Las denominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, ahora se transforman en partido político, dejando atrás 50 años de un conflicto armado matizado por homicidios, secuestros, narcotráfico, crímenes de lesa humanidad, etc. Hoy en día sus máximos líderes pretenden presentarse como políticos al servicio de una nación, me pregunto si estarán de acuerdo con esta nueva postura las familias de las miles de víctimas que dejó este conflicto? La Justicia de Colombia le debe a sus ciudadanos varias explicaciones, por ejemplo cuántos años de cárcel deben pagar los criminales de lesa humanidad que conformaron las FARC? O simplemente se va dejar en el olvido tantas absurdas muertes, secuestros, mutilaciones (a consecuencia de las minas antipersonales), etc. San Juan Pablo II en el mensaje del 1 de enero del año 2002 nos decía: No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón. Los próximos comicios reflejarán el sentir del hermano pueblo de Colombia, al parecer se ha dado el primer paso, existe el perdón, pero necesariamente debe existir justicia, caso contrario la impunidad podría quebrar el sentido moral de la ciudadanía. La construcción del proceso de paz necesariamente requiere de la generación y promoción de valores como la tolerancia, la solidaridad, el respeto por las diversas ideologías, ojalá las FARC con sus actuales líderes estén a la altura de una participación política en este momento de la historia, no a punta de pistola como lo hizo Marulanda y Briceño, sino mediante el debate y la generación de divisas para promover la inversión social y elevar la calidad de vida de la población.