Los análisis sobre los atentados en Francia, realizados en los medios nacionales, orbitan en torno a hipótesis que hacen un esfuerzo notable por evadir discutir el problema de la religión.
Tal evasión es preocupante, ya que un fenómeno de la gravedad como el terrorismo islámico no puede ser enfrentado si su naturaleza no es reconocida. Maajid Nawaz, escritor, político y exradical islámico, propone una distinción entre islam e islamismo. Este último es un movimiento militar, político y sobre todo religioso que desea imponer el islam por la fuerza.
Más allá de los rencores históricos y nacionalistas, no es posible explicar el Estado Islámico (EI) fuera del contexto religioso. Por eso Nawaz, en su artículo de este mes de noviembre en The Daily Beast, propone que no discutir el EI como religioso es similar a lo que los personajes en las novelas de J.K. Rowling hacían, esto es evadir mencionar a “Voldemort” personaje maligno y fuente de sufrimientos y conflictos.
Si el origen del problema fuese el “nihilismo” o la falta de principios morales, entonces no sería posible explicar por qué cerca de 6 000 musulmanes europeos viajaron de Europa para unirse al EI.