El voto resume el derecho a expresarse en una sociedad independiente, es decir el libre parecer expresado en las urnas por todos los ciudadanos en los que se encuentran servidores públicos, empleados privados, empresarios, servidores sociales y todos quienes conformamos y hacemos riqueza en el país a través de nuestras actividades intelectuales, materiales y morales.
El voto ayuda a que las actividades del Estado se desarrollen en forma armónica, equilibrada y proporcionada, con el fin de promover la igualdad política de todos los ciudadanos, es decir los votantes y sus familias.
Por lo mismo, la participación privada como la pública es esencial en el desarrollo del país. La representación está dada en cada actividad del quehacer humano, sin diferenciar si esta es estatal o privada, el país se engrandece con la aceptación general. La discriminación y comparación menoscaba ese derecho. Existe el deseo de administrar por parte del Biess, 54 fondos previsionales.
Voces de la Asamblea se han pronunciado que “el fin de este proyecto es manejar los fondos con solvencia, eficiencia, rentabilidad…”. ¿Se ha comprobado mal manejo en estos fondos? ¿Dónde están los sustentos de las auditorías que minimizan el esfuerzo privado y respaldan esta petición? ¿Acaso somos los ciudadanos no pertenecientes a instituciones gubernamentales, malos administradores?