En la sección actualidad, pagina 2 de la sección impresa de su medio de comunicación, del jueves 15 de febrero de 2018, se publicó el artículo titulado, “El 98% de los desaparecidos ha vuelto a sus casas con vida”.
Al respecto, en el marco de nuestras competencias, la Defensoría del Pueblo ha acompañado a familiares y amigos de personas desaparecidas en distintas acciones, en este sentido, por la cercanía y preocupación con tan complejo tema, me permito extenderle esta comunicación, en la que al tiempo de reconocer la iniciativa e interés de la redacción de abordar la temática quisiera manifestar algunas preocupaciones que me surgen producto de su contenido, por las que, me permito invitar a Diario El Comercio a profundizar en el tratamiento del tema incorporando también la perspectiva de los familiares y amigos de aquellas personas que no han logrado ser encontradas y se mantienen desaparecidas.
Cabe aclarar que según últimos registros en el país existen cerca de 1600 casos de personas desaparecidas no localizadas, por lo que si desde 1970 se han reportado 40943 casos, el número de personas que se mantienen desaparecidas supera el 4% del total de casos, sin que se pueda determinar las causas que motivan cada desaparición.
En los últimos años se han implementado diversas acciones encaminadas a generar políticas públicas que permitan afrontar de mejor manera esta situación, entre ellas el COIP que permite que las investigaciones no se cierren hasta tener resultado, ni que las acciones prescriban de manera que los casos puedan ser judicializados, así como también la creación del sistema de alerta “Emilia” es un paso positivo.
En ese marco, sin duda ha sido un gran logro interinstitucional el haber alcanzado la consolidación de la Dinased y el trabajo que la institución policial realiza para la búsqueda de personas que se encuentran desaparecidas, sin embargo, es aun necesario y fundamental resaltar socialmente las causas de la desaparición de las personas no encontradas, analizar la vinculación con delitos conexos como trata de personas, asesinatos, femicidios, secuestro, extorsión, desplazamiento forzado, violaciones, abuso sexual, reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, entre otros temas que no se consideran en la referida nota de prensa.
Adicionalmente, se hace necesario dar a conocer y profundizar en los perfiles de las personas que siguen desaparecidas y las circunstancias de su desaparición, esto es cuantos niños, niñas, adolescentes, mujeres, personas adultas mayores, etc., han desaparecido y geográficamente donde se producen mayores casos, para poder direccionar de manera más efectiva la política de combate a la desaparición de personas.
Considero de suma importancia abordar las medidas de prevención que se realizan desde las distintas instituciones así como desde la sociedad civil para evitar las desapariciones, además dar a conocer la importancia del autocuidado, las alertas sociales, la solidaridad en la búsqueda y el cuidado comunitario de las personas de grupos de atención prioritaria y en situación de mayor vulnerabilidad.
Por las consideraciones antes señaladas, reitero la invitación a que se profundice en la investigación del tema, tratándolo con integralidad, de manera que al abordar los casos de desapariciones voluntarias no se invisibilice la importancia de la búsqueda de personas desaparecidas de manera involuntaria.