Si existiese un nuevo movimiento racionalista que pudiese denominarse como la “nueva ilustración”, sería para éste un referente la obra más reciente de Steven Pinker y titulada “Enlightenment Now: The Case for Reason, Science, Humanism, and Progress”. Pinker propone que las condiciones de vida actuales, nunca alcanzadas en la historia, se deben al uso de la razón, la ciencia y el humanismo como resultado de La Ilustración, aquel movimiento filosófico e intelectual del siglo XVIII. Una obra del alcance político como la de Pinker nunca estará libre de críticas y escrutinio. Es así como William Davies se pregunta si el progreso científico, que tanto celebra Pinker, pueda ser al mismo tiempo liberador y amenazante o que la racionalidad que inspira a la ciencia y tecnología sea peligrosa precisamente por el enorme poder que ésta otorga. Por otro lado, John Gray propone que la propuesta de Pinker, de colocar a la razón y la ciencia en el pedestal máximo de la virtud humana, es nada más que otro espejismo de la necesidad que nos aqueja por idealizar nuestra fe en la humanidad y un porvenir luminoso. En esencia, académicos como Gray nos recuerdan que la razón puede estar dominada por el instinto y que quienes practican la ciencia pueden ser víctimas inadvertidas de la ortodoxia y el dogma.