Estuve durante el feriado de carnaval en la Amazonía. Ya lo había hecho antes y conocido varias hosterías que tienen mucho éxito. Esta vez conocí una en Pastaza, proyecto de los ashuaras. El dato lo leí en El Comercio y la hostería se llama Sherementza. Es una iniciativa de esta comunidad a la cual se va en avioneta desde Shell Mera. Me llamó la atención que este grupo de indígenas, tan apartado de la civilización y que no tiene carreteras para su acceso, tampoco quiere tenerlas, pues desean mantenerse dentro de un ambiente sin contaminación pero a su vez quieren tener su propio medio de subsistencia e incursionar en el turismo, tan importante para el desarrollo de esta y varias zonas del Ecuador.
El esfuerzo que realizan es inmenso pero es indudable que necesitan asesoría y ayuda económica. En vista de que el expresidente Correa suspendió varias ONG por un sentido particular de nacionalismo, éstas, que posiblemente en alguna forma les ayudaban a desarrollar su proyecto, dejaron de cumplir este objetivo, impidiendo que esta y otras comunidades similares logren su objetivo. La única ocasión en que reciben visitas de los miembros de gobierno es cuando se aproxima alguna elección y requieren sus votos… Tenemos un país maravilloso en que hay muchas personas que no desean vivir de la caridad pública. ¿Sería posible que nos olvidemos de las prácticas politiqueras utilizadas en circunstancias en que se necesita e impulsemos un turismo que sea constante?