Desde el primer caso de covid-19 en Ecuador, el conocimiento de las complicaciones y secuelas en pacientes con síntomas leves y moderados (80%) graves (15%) y críticos (5%), se han incrementado sustancialmente.
Entre las complicaciones tenemos: Síndrome de Dificultad Respiratoria; Choque séptico, Alteraciones de Coagulación; Tromboembolismo; Fallas multisistémicas con insuficiencia renal, hepática, cardíaca; Shock cardiogénico; Miocarditis, ACV, etc. Se añaden las complicaciones por los procedimientos invasivos o no invasivos, escasez de insumos y drogas, cansancio y contagio del personal médico. Las complicaciones son más frecuentes en pacientes con factores de riesgo.
Además, se complican con delirio, encefalopatías, alteraciones de los sentidos del olfato (anosmia) del gusto (disgeusia), ansiedad, depresión, miedo, problemas del sueño, Guillan Barré, diarrea, anorexia, vómitos, dolor abdominal hasta sangrado digestivo, etc., sin nombrar las complicaciones en niños (SIM) y embarazadas. Hasta ahora Sr. Presidente, no tenemos reportes documentados de estos problemas y ni el número de los fallecidos del personal médico.
El problema continúa con las secuelas del coronavirus. Quedan en la aptitud física, la respiración, la deglución, la cognición, la salud mental, el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central y periférico, mialgias, artralgias, quemazón de los pies, suspiros, insomnio, cefalea, psiquiátricas y psicológicas, todas insoportables, que pueden llevar a la muerte o a volver al hospital.
El pulmón es el más afectado, cuya terrible secuela es la Fibrosis Pulmonar, no hay intercambio gaseoso del oxígeno y la hipoxia impide caminar. Se necesitan “cámaras hiperbáricas” para su tratamiento para que la gente deje de cargar tanques de Oxígeno. Estas cámaras son privadas, escasas y no hay en hospitales.