Obscuridades en el futuro del IESS

Un tema importante que viene discutiéndose con la real situación económica del país, es el relativo a la solvencia del IESS, porque los diferentes estudios que se han realizado al respecto, discrepan en el diagnóstico como en las eventuales soluciones.

Las cifras difieren en relación a cada uno de los fondos que son de responsabilidad del Instituto y a la visión de los técnicos consultados, porque en este tema estrictamente profesional no creo que sea de interés conocer las opiniones de los políticos que le llevaron al desastre los últimos años.

Se comenzó por querer mantener en reserva los estados financieros y los cálculos actuariales por decisión de la Superintendencia del ramo; por desconocer las obligaciones fiscales en el aporte de pensiones y por deudas de salud; por incorporar, sin financiamiento alguno, como beneficiarios de los servicios clínicos, a los hijos de los afiliados; y, por burocratizarle como resultado de la necesidad del Gobierno anterior, de contar con más votos.

Resulta ocioso tratar de saber cuál es el estudio serio, pues el déficit actuarial del fondo de pensiones, por ejemplo, fluctúa entre USD 20 000 y 60 000 dependiendo del año que se lo considere como base; el crecimiento de los gastos corrientes y de capital; la masa salarial; las perspectivas de vida de los afiliados y el número de nuevos aportantes, a tal punto que la OIT y la propia Contraloría General del Estado, están preocupadas por este tema y han hecho reparos a los resultados presentados.

Una de las últimas consultoras recién habría aprobado los estudios de la Dirección Actuarial del IESS, pero ¿ qué validez puede tener si tal dependencia al valorar las utilidades que percibían las aseguradoras de salud a pedido de la Asamblea, confundió los ingresos anuales con las utilidades?

En concreto, si el Presidente quiere saber con certeza cuál es la realidad del futuro del IESS, creo que debería contratar a diferentes actuarios nacionales o directamente pedir la asesoría de la OIT.  

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