Por asuntos de trabajo, tuve la oportunidad de pasar por el ex-aeropuerto, siguiendo la Av. Amazonas, observando la apertura de un bulevar, que tiene espacios amplios de circulación, asientos de descanso, piletas, adornos florales, juegos infantiles, etc. pero al caminar a lo largo no encontré ni una sola batería sanitaria, indispensable en todos los parques y paseos de la ciudad; pequeñas edificaciones para protegerse del sol o la lluvia, acompañadas de baterías sanitarias.
Al seguir caminando observé lo hermoso que está quedando el centro de convenciones metropolitano, el aprovechamiento del uso de los espacios de parqueo de los aviones, hoy convertidos en suficientes estacionamientos para el centro de convenciones. Sin embargo, el viejo terminal de pasajeros se encuentra abandonado, y con signos de deterioro debido al continuo robo de materiales de revestimientos y vidrios.
Considero que este hermoso edificio puede ser rehabilitado y convertido en un museo, tal vez de “Ciencias Naturales”, que no existe en la actualidad en el país y donde puede exhibirse la extensa fauna de nuestras regiones naturales, rodeadas del entorno donde habitan nuestras aves, animales, insectos, etc. así como de la inmensa riqueza de nuestra flora; o tal vez, en un museo de historia del transporte, pues tiene elementos y murales que complementarían su motivo.
Este terminal fue construido por Sixto Durán Ballén para la Undécima Conferencia Panamericana, que debió realizarse en Quito. Por lo que considero justo que el actual parque bicentenario, lleve el nombre de quién puso el aeropuerto de Quito a la altura de los demás aeropuertos de América, en ese entonces. Creo que alcaldes que han trabajado incansablemente y con honradez por el bienestar de la comunidad, deben ser recordados, de igual manera, que el nuevo centro de convenciones lleve el nombre de Álvaro Pérez Intriago.
Dos alcaldes recién fallecidos y que dejaron muchas obras que hoy disfrutamos todos los quiteños. La comunidad debe ser grata con quienes la han beneficiado y sus vidas tienen que estar latentes como ejemplo para las futuras generaciones.