El hostigamiento a la que está sujeta la ciudadanía al no poder circular con movilidad en los sectores de El Condado, autopista a Los Chillos y vías al aeropuerto demuestran que en la planeación no se consideraron la circulación normal a la que están sujetas estas vías. El usuario requiere de facilidades de movilidad que le permitan llegar a su sitio habitual de trabajo para que su producción no se vea afectada y como consecuencia la del país. Los programas de las obras deben llevar a una política de respeto hacia la ciudadanía donde las interrupciones en los flujos merman la movilidad. Las obras ofrecidas por el Gobierno en la vía Tambillo-El Colibrí-Pifo, están casi listas solo desde El Colibrí hasta Píntag, el resto avanza desordenadamente, a este paso la E35 estaría lista en dos años. La vía que paga peaje, túnel Guayasamín-el puente del Chiche tiene cuellos de botella demasiado obvios comenzando por el túnel hasta el mismo puente, que restringen la movilidad por sus estrechos accesos, donde el hostigamiento al usuario de los alrededores como del incremento aeroportuario llegarán a probar la paciencia de toda la ciudadanía. Esta emergencia requiere de otras alternativas como por ejemplo, la construcción de un teleférico para pasajeros entre Nayón y el aeropuerto.