Se ha convocado por Internet a una votación, para decidir el nombre del nuevo aeropuerto que servirá a Quito. Me parece que hoy nuevamente estamos perdiendo el tiempo en bautizar a un lugar que ya tiene nombre: Caraburo, Oyambaro, Llanura de Yaruquí. Allí es donde está ubicado, no es el aeropuerto de Quito, ni Quito está en la Mitad del Mundo, y el aeropuerto tampoco. He leído cartas publicadas en este medio pidiendo que se le llame: Quito Luz de América, Primer Grito de la Independencia, y seguro ya llegarán otros pidiendo que se le llame Carita de Dios, o No hay cielo como el de Quito, o el Chulla Quiteño y tantas otras ocurrencias. Maduremos un poco, pasemos la valla de sentirnos parroquianos y procedamos como ciudadanos de una respetable ciudad como lo es Quito. Que el aeropuerto tome el nombre del lugar en donde se encuentra ubicado, que además es un lugar histórico, ya que fue asiento de una de las pirámides que colocara en 1736, la Misión Geodésica, que determinó que la línea ecuatorial pasa al norte de Quito, no por la ciudad de Quito. Mitad del mundo es tan general como Ecuador; solo en el Ecuador conozco tres lugares que se identifican como mitad del mundo, uno en San Antonio de Pichincha, otro cerca de Cayambe y otro en la vía Pedernales-San Vicente. Si damos la vuelta al mundo, sobre la línea ecuatorial encontraremos que hay un infinito número de puntos identificados como la mitad del mundo. Pongamos nuestro esfuerzo en dar una solución al transporte desde Quito al aeropuerto de Caraburo y no en buscar que nombre le ponemos al guagua que ya nació bautizado. Me olvidaba, no sé si a los señores y señoras cuyos nombres proponen, les gustará tener nombre de aeropuerto.