El Nobel para una periodista

Ya no es sorpresa que un o una periodista de investigación seria y profesional, que publica libros de varios de sus eventos que ha cubierto, sea galardonada con el máximo premio que existe en la literatura como es el Nobel. Este año, justamente, la periodista bielorrusa Svetlana Alexievich, quien tiene una saga de libros testimoniales del ejercicio de su profesión, ha sido la justa merecedora del premio; principalmente al revelar con valentía y profunda investigación los pormenores de la tragedia nuclear de Chernóbil, en Ucrania. La investigación periodística, además de los riesgos que encara, también nos ofrece una agradable lectura e información a los lectores. Por lo tanto, debe ser política de Estado en todo el mundo el apoyar a periodistas serios porque saben dónde encontrar la información precisa y al mismo tiempo la forma adecuada de escribir. De todos modos aunque no existan políticas de Estado y los periodistas sigan siendo en casi todo el mundo perseguidos, juzgados por quienes no les conviene lo que trabajan o por quienes se sienten afectados de sus investigaciones, sé que esta “adrenalínica” actividad no tiene un pare (alto) y siempre es la que los lectores más buscamos y consultamos en todos los medios.

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