La afiliación religiosa es un fenómeno puramente geográfico. Si usted nació en la India probablemente será hinduista. Si la casualidad hizo que usted naciese en el Japón, será entonces sintoísta o budista. Por el contrario, si usted nació en el Medio Oriente su afiliación será al Islam.
Pero si nació en América del Sur, la mayor probabilidad es ser católico. Entonces, la religión se debe a la geografía. No hay nada que haga de su religión especial o única. Su afiliación religiosa es, en esencia, un accidente geográfico e histórico.
Si la conquista entre continentes se hubiese dado al revés, muy posiblemente hoy adoraríamos al dios Inti. Parte de la posición de los agnósticos o ateos es la de establecer un contrapunto saludable y necesario en un sector de la sociedad que está convencida de tener el control absoluto de la verdad mediante la fe.
No es necesario ser religioso para poseer amor, verdad y justicia, y la moral no es monopolio exclusivo de la fe.