He buscado en mi interior cuál debería ser la razón por la que el señor Correa plantea que su honra tiene un valor de USD 80 millones. Lo único que se me puede ocurrir es el recuerdo de las historias del ‘far west’, donde por defender su honra los vaqueros se batían a duelo, donde el más dotado mataba de un balazo al otro. Haciendo la comparación con nuestro tiempo, sería una muerte civil del insultador.
Y vistos los resultados de este sinsentido, me pregunto si al presidente Correa no le da vergüenza ver cómo sus esbirros, aterrorizados con solo pensar que van a ser esquilmados públicamente en caso de no cumplir con la voluntad del jefe, comenten cualquier barbaridad de manera pública, dejando por el piso su reputación como juez.