Aunque por ahora el asunto está en litigios legales, ojalá no pase lo que quiere el capricho de cierta dirigencia; imaginémonos al ‘Cantinflas del gol’ aturdiendo con su vacía verborrea los espacios deportivos de la televisión secuestrada; y la plata del ‘soberano’ gastada a manos llenas en mercadeo para, llenando la pantalla y los parlantes, embaucar aun más a los incautos y atosigar a los que no siendo se atrevan a mirar y escuchar transmisiones deportivas.