El proceso de El Universo deja un precedente de intimidación junto con el mensaje del precio de desafiar a la autoridad, desproporcionado para el nivel ciudadano, pues mientras un Presidente ofendido ha hecho su defensa en todos los frentes, dentro y fuera del país, se ha ido acentuando la polarización social evidenciada en el trato interpersonal a Carlos Pérez, directivo de El Universo, quien recibió ataques verbales por parte de conciudadanos afines a Correa. No es este asunto como varias veces lo pintó el canciller Patiño, quien haciendo gala de la ironía gubernamental, instó a Pérez a quedarse en el país porque nadie le persigue, nadie le ataca y si no tenía para el taxi, él se lo iba a pagar.
De este caso, en que todos, como seres humanos perdimos, queda el funesto precedente que en ningún plano es motivo de orgullo, que ejercer la libre opinión puede causar ataque de autoridad, más el del prójimo que nos rodea. Así, el costo social violenta todo marco humano conocido.
En este espacio de opinión mucho se ha comentado sobre la pasividad ciudadana ante la desproporcionada aplicación del poder gubernamental. ¡Qué alto costo nos deja!