¿Navidad: consumo sentimental?

Los regalos de Navidad permanecen en el imaginario universal como una tradición venida desde los Reyes Magos, es decir hace dos mil años en que aportaban  al niño Jesús el oro, el incienso y la mirra, luego los regalos fueron apareciendo en el siglo XII en Francia,  cuando los religiosos de un convento tenían la costumbre de depositar secretamente los regalos junto a los hogares de la gente desposeída, hasta que vino la ocasión de intercambiar regalos entre las familias, que en esa época consistían en frutas, nueces,  
objetos pequeños, o vestidos hechos a  mano. En los tiempos actuales se ha vuelto un hábito generalizado dar estos regalos navideños no solo a los infantes, sino a familiares, amigos, compañeros de trabajo y otros circunstanciales en esos momentos, en algunos países europeos estas fiestas se celebran el 6 de enero,  que es el día de los Reyes Magos y los niños son los agasajados.  En nuestro medio, dar un regalo es un modo de mostrar sus sentimientos a una persona, pero desde los años 70 del siglo pasado el superconsumo ha  ahogado un tanto  el verdadero sentimiento de este hecho, que no ha menoscabado los negocios durante  noviembre y diciembre, cuyas ventas son exuberantes y la gente gasta y se endeuda sin límites.  Somos una sociedad consumista  y creemos que es la única forma de consolidar los lazos de amor, amistad y compañerismo, algunos creen que es  obligación y otros que es don del corazón. ¿Qué cree usted ?

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