El titánico estado del siglo XXI sigue haciendo agua. La fisura de gasto crece en 2014, a USD 7 000 millones con un boquete de deuda que se cubrirá con parches crediticios.
Con ingresos de USD 26 000 millones, el Estado gastará USD 33 000, mientras la punta del iceberg “subsidio” aparece en la superficie, al seguir exportando petróleo “crudo” y trayendo de afuera derivados ya “cocinados”, como el gas. (El cambio de matriz productiva es pura propaganda).
Este Gobierno duplicó la deuda con un crecimiento hipotecado en gasto, no en inversión. Las recaudaciones cubren sueldos de una gran tecno-burocracia mareada en planificar nuevos ministerios. Para cubrir la fisura creciente, los chinos y rusos nos prestarán su tarjeta de crédito.
Colombia y Perú, a diferencia, crecen con modelos sustentables a largo plazo, basado en confianza a la inversión extranjera de riesgo, o “joint venture”. El socialismo siglo XXI navega ya bajo su línea de flotación.