La noticia del fallecimiento de la escultora y grabadora Elisabeth Catlett torna necesario evocar su extraordinaria trayectoria -verdadero triunfo del espíritu humano y del talento por sobre prejuicios raciales y de género-.
Resulta oportuno recordar que un eminente ecuatoriano, Galo Galecio, coincidió en México con Catlett, a mediados de la década de los 40. Allí, en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda, y en el Taller de Gráfica Popular (TGP), se cristalizaría el derrotero de ambos artistas. Sería en esas instituciones que se verían expuestos a la energía creativa de personajes como Rivera, Ruiz, Siqueiros, Izquierdo, y fundamentalmente, a la fraternal influencia de Leopoldo Méndez, director del TGP y figura clave del grabado latinoamericano.
Galecio sería admitido como miembro de pleno derecho del TGP, estatus que contados artistas extranjeros alcanzarían. En tal espacio ejecutaría, entre otras obras, los grabados de su magistral portafolio Bajo la línea del Ecuador, editado por la Estampería Mexicana y prolongado por Méndez. Coincidencialmente, el próximo 19 de abril, el Centro Cultural Metropolitano de Quito abrirá una muestra dedicada a ese trabajo. Merecida celebración que se verá complementada con la publicación de un volumen dedicado a Galecio – el anuario Re/incidencias #6, volumen 3.