Con beneplácito leí que la Asamblea Nacional eligió a tres mujeres como Presidenta y vicepresidentas, en cumplimiento al derecho de igualdad de identidad de género amparado en nuestra Constitución.
Estas tres valientes féminas tienen el gran desafío de representarnos, por lo que desde ahora apostamos por su histórico desenvolvimiento y buen desempeño en el que deberán demostrar madurez, capacidad intelectual y humana, a fin de lograr consensos en la creación de leyes para el progreso del país.
Debemos destacar que con la elección de estas nuevas autoridades los poderes Ejecutivo y Legislativo coordinarán de forma mancomunada la expedición y reforma de normas en aras de la eficiencia del trabajo de la Asamblea Nacional.
Simpatizantes o no deberán reconocer que es un logro de la Revolución Ciudadana permitir que el antes denominado “sexo débil” presida la Asamblea, hecho que rompe esquemas y nos acerca más a vivir en democracia.