Hubiéramos querido estar en Guayaquil en la rueda de prensa a su llegada, hubiéramos querido darle una distinta impresión de nuestro país, que se sienta en un pequeño país de Sudamérica, acogedor, con gente de carácter suave y amigable, ansiosos de mostrarle las bellezas de nuestra naturaleza, nuestros tesoros arquitectónicos, nuestra cocina y nuestra personalidad, pero principalmente contentos de reci- birle y tener la oportunidad de ver su trabajo.
No quisiéramos que se sienta entre gente que no tiene la menor idea de quién es usted y porque es interesante que nos visite. No quisiéramos que eventualmente piense en producir una película que hable de ‘Being John Malkovich in Ecuador’, donde usted sea el personaje que a través de un portal en la pared de un lugar absurdo, llegó a un lugar absurdo donde le tratan como a una chabacana personalidad, le preguntan cosas absurdas y por último pretenden que promocione un programa de televisión.
Borra y va de nuevo… bienvenido a Ecuador Mr. Malkovich.