En su artículo en EL COMERCIO del lunes 8 de febrero, el Sr. Miguel Rivadeneira se refiere a las FF.AA. venezolanas. En efecto, como está implícito en dicho artículo, desde el 4 de febrero de 1992, cuando el comandante Chávez dio un golpe de Estado, la Revolución Bolivariana propuso una alianza cívico-militar, que se ha ido desarrollando desde 1998 hasta la actualidad. La revolución ciudadana es, en cambio, un proyecto civil.
Antes en el Ecuador los militares resolvían las pugnas de poder de grupos con intereses particulares. Eran FF.AA. politizadas, que acompañaron, por ejemplo, los derrocamientos de presidentes, a fines del siglo XX. Ahora confiamos en que haya militares democráticos, que no sigan a los que están en servicio pasivo y muestran la manera de actuar del viejo país. Confiamos en que haya militares que conozcan sus deberes hacia el bien común. Actualmente, el seguro social de las FF.AA. está garantizado por la Constitución. El Issfa está financiado casi en su totalidad por el Gobierno. El Estado debe aportar USD 500 millones anuales. Está claro que la supuesta defensa de USD 41 millones, que realmente deben descontarse de una deuda no muy grande del Gobierno con el Issfa, no es otra cosa que la manipulación de algunos políticos, que quisieran un golpe de Estado porque no pueden ganar en las urnas.