Migración judía al Ecuador

El domingo pasado leí un artículo publicado en este diario por Sr. Oscar Vela Delgado en relación con la migración judía al Ecuador en 1937 y años sucesivos; trajo a mi memoría la figura de mi querido Pediatra Otto Lederer y su esposa Ethel Lederer, Odontóloga.

Este pediatra checo salvó la vida de muchos niños ecuatorianos entre ellos mi hermano Eduardo y la mía.

En esa época y desde años atrás la fiebre tifoidea era una enfermedad mortal y sin curación. El agente causal de la fiebre de la tifoidea es la salmonela TYPHY, que descubrió el patólogo alemán Eberth en 1880, es una bacteria que ingresa por la vía digestiva llega al intestino y produce fenómenos inflamatorios y necróticos que pueden perforar el intestino y puede causar la muerte en pocas semanas.

En el Ecuador en aquellos años causaba estragos notables. El dolor de cabeza y las fiebres altas que repetían eran los principales síntomas. El doctor Otto Lederer fue un pediatra importante en la cuidad de Praga cuando emigró al Ecuador por un decreto del General Enríquez; que permitía a los emigrantes judíos dedicarse a trabajos agrícolas. El Doctor Lederer durante años vendía leche de las haciendas cercana a Quito hasta poder revalidar su título de Pediatra.

Mi hermano Eduardo se contagió de tifoidea en esa época, gracias a los cuidados y conocimientos del Doctor Lederer que incluían aislamiento total, dieta muy estricta - solo horchata de arroz-, tostadas y reposo absoluto, logró salvarlo.

Meses después caí con la misma enfermedad y recibí su tratamiento como muchos miembros de la cuidad de Quito.

Alto, grueso, con ojo azul y el otro verde fue el típico Pediatra que salvo muchas vidas y enriqueció a la medicina de esa época. Mi homenaje al Doctor Lederer y su Sra. Ethel que con su viejo torno de pedal curó mis muelas con mucho cariño.

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